Enviado por Rosa Gazol Guillén el
Para alcanzar el bienestar en nuestra vida es necesario que cuidemos nuestra autoestima.
La autoestima es el producto de la valoración que hacemos de nosotros mismos, nuestras habilidades, cualidades y aptitudes, en diferentes ámbitos. El resultado final lo comparamos con nuestra imagen ideal de cómo nos gustaría ser, y esto determina una autoestima alta o baja. Esta calificación influye sustancialmente en nuestra manera de sentir, pensar, actuar, decidir y relacionarnos con los demás.
En Momento te proponemos algunas estrategias sencillas que te pueden ayudar a fortalecer tu autoestima:
1. Realiza ejercicio físico: Entre los numerosos beneficios de esta actividad están la mejora de la autoestima y de la autoimagen. También, reduce el aislamiento social, el estrés y la depresión. Afortunadamente, para realizar ejercicio físico no es preciso un gran desembolso, ni demasiado tiempo. Treinta minutos dos días a la semana son suficientes para empezar a notar resultados. Puedes caminar a un ritmo rápido, correr, hacer gimnasia en casa o bailar, entre otros.
2. Practica el altruismo: Numerosos estudios demuestran que actividades como el voluntariado reducen el estrés, mejoran el estado de ánimo, ayudan a tomar perspectiva y mejoran la confianza y el control en uno mismo. Además, reducen la soledad y el aislamiento.
3. Eres útil, no lo olvides: Piensa en algo que te guste hacer y que implique a alguien más. Algo para lo que creas tener una habilidad natural o que otras personas te hayan dicho que se te da bien, por ejemplo: cocinar, hacer manualidades, realizar reparaciones caseras, escuchar a los demás o tocar un instrumento musical. Al menos un día a la semana, lleva a cabo una de estas actividades para otra persona. Sé consciente, mientras la realizas, de las cualidades tan valiosas que tienes y, si te dan las gracias o te halagan, acéptalo con satisfacción. Es importante que no te excuses en tu talento natural o en que llevas años practicándolo, acepta el cumplido.
4. Canta: Que no te importe tu entonación. Elige canciones que te gusten y disfruta cantándolas. Cantar te da confianza, eleva tu autoestima y facilita la secreción en el cerebro de sustancias químicas relacionadas con la felicidad. Como recoge el refranero español: “Quien canta, sus males espanta”.
5. Agradece: Si tratas de encontrar aspectos positivos en tu día a día, los hallarás. Te propongo que cada día identifiques y anotes cinco, o más, sucesos que te hayan hecho sentir bien, que agradezcas. Pueden ser desde minúsculos detalles hasta grandes acciones, pasando por cosas que damos por hecho, pero que nos benefician enormemente. Por ejemplo: Que alguien te sonría por la calle, esquivar un excremento en la acera, disfrutar de un café con un amigo, que suene en la radio una canción que te encantaba y la habías olvidado o ver crecer las plantas en tu casa.
Algunas de estas propuestas pueden parecerte obvias y otras, incluso algo absurdas. Sin embargo, te invito a plantearte lo siguiente: ¿Has realizado alguna vez en tu vida estas actividades? ¿Cuánto tiempo llevas sin hacer cada una ellas? ¿Antes te gustaban, te hacían sentir bien? Desde Momento te animamos a que las pongas en práctica desde… ¡ya! Y observes los resultados.
Aprovecho para recordar una célebre frase de Albert Einstein: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.
Añadir nuevo comentario