Enviado por Carlos J. Tormo... el
El deporte es uno de nuestros grandes aliados en el desarrollo de la salud física y mental. El ejercicio físico además de contribuir a la mejora de nuestro estado de forma, produce una serie de consecuencias positivas en nuestro bienestar psicológico. Como destacamos en esta entrada del blog, la actividad física regular beneficia a la autoestima, ejerce como distractor de los pensamientos y emociones negativas, y propicia una magnífica oportunidad para socializarnos.
En la actualidad cada vez son más las personas conscientes de todas las ventajas que aporta el ejercicio regular y que desean incorporar esta actividad en una costumbre en su vida, pero a muchos les cuesta ser constantes. Si esta es tu situación personal y deseas empezar a practicar algún deporte te sugiero dos recomendaciones para que te resulte más sencillo dar los primeros pasos.
1. Descubre una razón poderosa que te motive a actuar: Es lo primero que debes de plantearte, es necesario que conozcas cuál es tú porqué. Si no encuentras un motivo que te estimule, será demasiado fácil que te invada el desánimo y abandones. A continuación te enumero, por si te sirven de inspiración, algunas de las motivaciones más comunes:
- Adquirir un estilo de vida saludable y mantener el cuerpo sano.
- Mejorar la apariencia física y adelgazar.
- Rehabilitarse de una enfermedad o lesión.
- Aumentar la resistencia física.
- Disfrutar de los aspectos sociales del ejercicio.
- Por placer y diversión.
- Demostrarse a uno mismo de lo que se es capaz.
- Escapar de la rutina cotidiana.
- Reducir la ansiedad y el estrés.
- Disponer de un tiempo para pensar sobre los asuntos propios.
Recuerda de nuevo lo importante que es que encuentres una razón que realmente te motive personalmente. Aun así es posible que tras seleccionar una, con el paso del tiempo compruebes que no estás cumpliendo con tu programa de entrenamiento, cargándote de desánimo. No te rindas, es normal que esto te suceda, trata de analizar el porqué y examinar los obstáculos que te lo han impedido, repasa tu motivación y si es necesario agrega un motivo adicional. Con la motivación renovada, vuelve a intentarlo y no te olvides de tus razones poderosas cuando te flaqueen las fuerzas. Tenerlas presentes te ayudará a avanzar y a no desfallecer.
2. Establece un objetivo alcanzable, realista, específico y cuantificable.
- Alcanzable y realistas: Debe tratarse de algo que puedas conseguir, que sea realista y asequible. Con esto no quiero decir que la meta sea fácil, se trata de que este a tu alcance. Es necesario que los objetivos que te plantees estén dentro de tus posibilidades. Si te propones algo inalcanzable, lo normal es que no lo consigas, te desmotives y abandones. Por ello los objetivos tienen que ajustarse a tu realidad y a la de tu entorno. Para que te impliques deben ser retadores pero con unas expectativas sensatas. De buenas a primera que te plantees como objetivo competir en el campeonato de España de natación puede ser un poco atrevido, pero quizás, participar en la prueba amateur de 2 km en aguas abiertas en las playas de Alicante del próximo verano, puede resultar muy estimulante y motivador.
- Específica: Asegúrate que la meta que te propones es concreta, inequívoca y sencilla. Tienes que identificar exactamente lo que quieres lograr. Las especificaciones te ayudarán a enfocar tus esfuerzos y a definir lo que te propones. Te formulo ejemplos para que observes mejor la diferencia:
Metas no específicas: “voy a ponerme en forma”, o “quiero hacer ejercicio”.
Meta específica: “me comprometo a salir a correr durante 35 minutos diarios, los lunes, miércoles y viernes, cuando finalice mi jornada laboral, durante los próximos cuatro meses’
- Cuantificable. Es vital que construyas un objetivo medible, es decir que te permita saber si lo has alcanzado. No es lo mismo “salir a andar”, que “andar 50 minutos”, o “montar en bicicleta” que “recorrer 10 km pedaleando”. Si puedes medirlo, podrás manejarlo. Esto hará que te mantengas en el camino, que alcances tus metas y que experimentes la satisfacción de ir progresando.
Una vez que establezcas una motivación poderosa y un objetivo claro, ya solo te queda empezar.
Te invitamos a dar los primeros pasos para sentirte bien, ánimo, en Momento sabemos que puedes conseguirlo.
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