Blog

El acto de comer no se limita al simple hecho de satisfacer la sensación física de hambre. Los humanos no comemos únicamente para ingerir la cantidad de alimento que necesitamos, también lo hacemos por el placer que supone y para controlar nuestras emociones.
Utilizamos a menudo la comida para celebrar acontecimientos, calmarnos, aliviar el aburrimiento, vencer a la apatía o consolarnos en momentos de tristeza y angustia.

Para alcanzar el bienestar en nuestra vida es necesario que cuidemos nuestra autoestima.
La autoestima es el producto de la valoración que hacemos de nosotros mismos, nuestras habilidades, cualidades y aptitudes, en diferentes ámbitos. El resultado final lo comparamos con nuestra imagen ideal de cómo nos gustaría ser, y esto determina una autoestima alta o baja. Esta calificación influye sustancialmente en nuestra manera de sentir, pensar, actuar...

Ésta es una de las preguntas frecuentes que surgen cuando nos acercamos a la Psicología.
A veces, en cualquier etapa de nuestra vida, pueden aparecer dificultades que nos producen dolor, o problemas concretos que no conseguimos superar. A menudo, no sentimos el bienestar y la satisfacción que habíamos previsto para nuestra vida. Y otras veces estamos preocupados por alguna persona cercana que atraviesa esta situación (familiares, hijos, pareja...